En el Río Chirre, ubicado en la comuna de Río Bueno, todos los parámetros físico-químicos y biológicos de calidad de agua se encuentran dentro de rangos normales. Los resultados reflejan valores adecuados para coliformes fecales, pH y conductividad eléctrica. En verano, la conductividad fue de 84,1 µS/cm, indicando una mineralización moderada del agua. El nitrógeno amoniacal se mantuvo por debajo de 0,05 mg NH₃/L en ambas estaciones. En cuanto al cobre, los niveles fueron indetectables en verano y alcanzaron 0,01 mg/L en invierno, manteniéndose dentro de límites aceptables para la vida acuática y el consumo humano.

La demanda bioquímica de oxígeno (DBO₅) se mantuvo baja en ambas estaciones, con valores inferiores a 2 mg/L, lo que indica que no hay carga orgánica significativa que comprometa los niveles de oxígeno en el agua. El fósforo total mostró una ligera reducción, de menos de 0,39 mg P/L en verano a 0,016 mg P/L en invierno, lo que reduce el riesgo de eutrofización. El hierro presentó una disminución de 0,14 mg Fe/L en verano a 0,06 mg Fe/L, bajo los niveles recomendados para el consumo humano.

El manganeso dsiminuyó de 0,01 mg Mn/L en verano a menos de 0,01 mg Mn/L en invierno, lo que es favorable para la calidad del agua. El oxígeno disuelto fue de 12,5 mg/L en invierno, sugiriendo condiciones muy favorables para la vida acuática. El nitrógeno total Kjeldhal se mantuvo por debajo de 0,29 mg N/L en ambas estaciones, lo que es positivo para evitar la acumulación de nitrógeno en el sistema acuático.

Los sólidos suspendidos totales disminuyeron de 2,19 mg/L en verano a 1,43 mg/L en invierno, indicando una menor cantidad de partículas en suspensión durante la temporada fría. El aluminio se mantuvo por debajo de 0,64 mg/L en ambas estaciones, lo que es positivo para la calidad del agua y la biota acuática. Los coliformes fecales mostraron un ligero descenso, de 130 NMP/100 ml en verano a 110 NMP/100 ml en invierno, manteniéndose dentro de límites aceptables. El nitrógeno total aumentó de 0,52 mg/L en verano a 0,63 mg/L en invierno, mientras que la relación TN/TP mostró un incremento significativo de 1,37 en verano a 39,38 en invierno, indicando una mayor reducción de fósforo en comparación con el nitrógeno, lo que contribuye a mejorar la calidad del agua.

En términos de estado trófico, el cuerpo de agua se mantuvo en un estado mesotrófico durante ambas estaciones, sugiriendo una calidad de agua moderada. No se identificaron condiciones preocupantes en relación con coliformes fecales, pH o conductividad eléctrica.