Humedal Desembocadura del Río Lingue
Principalmente privada
Ninguna.
Palustre emergente, ribereño, palustre boscoso
Clima templado lluvioso con leve sequedad estival e influencia costera. Se emplaza entre la zona de planicie marina y la Cordillera de la Costa.
Promover la creación de una Organización Funcional Comunitaria para la puesta en valor del Río Lingue, potenciando el trabajo de las organizaciones vinculadas al humedal, como las agrupaciones de pescadores artesanales y las comunidades mapuche lafkenche. Aplicabilidad de las figuras de protección privadas: Área de Conservación de Múltiples Usos o Área de Conservación de Pueblos Indígenas.
Humedal en buen estado de conservación con alto grado de amenazas. En las zonas asociadas a la ribera norte y sur, existe drenaje y canalización para habilitación de sitios de pastoreo y viviendas, parcelaciones, y presencia de especies exóticas invasoras como el visón. En zonas aledañas al río y sus esteros afluentes, hay presencia de plantaciones forestales que pueden afectar la disponibilidad y calidad hídrica de la microcuenca.
En relación a la calidad de agua, hay elementos que pueden afectar su calidad, como las controversias con la industria de la celulosa (contaminación potencial), deficiente gestión de las aguas servidas en algunas áreas y presencia de vehículos náuticos motorizados a lo largo del cauce del río.
La desembocadura del Río Lingue, presenta parámetros de calidad de agua dentro de rangos normales, incluyendo coliformes fecales, pH y conductividad eléctrica. En verano, la conductividad fue de 11,7 µS/cm, indicando una baja mineralización del agua. El nitrógeno amoniacal se mantuvo por debajo de 0,05 mg NH₃/L en verano, aumentando a 0,22 mg NH₃/L en invierno, lo que sugiere una mayor carga orgánica en la estación fría, pero sigue siendo seguro para la vida acuática.
El cobre fue indetectable en verano (<0,01 mg/L) y alcanzó 0,2 mg/L en invierno. La demanda bioquímica de oxígeno (DBO₅) se mantuvo baja en ambas estaciones, indicando ausencia de carga orgánica significativa. El fósforo total mostró una diferencia estacional, con niveles de <0,39 mg P/L en verano y 0,196 mg P/L en invierno, sugiriendo menor riesgo de eutrofización en esta última.
Sin embargo, el hierro aumentó considerablemente de 0,82 mg Fe/L en verano a 15,32 mg Fe/L en invierno, superando los límites recomendados para el consumo humano (0,3 mg/L) y el riego (5 mg/L), lo cual representa un riesgo para la calidad del agua. El manganeso también mostró un aumento, pero no superó los límites normados. El contenido de oxígeno disuelto fue alto en ambas estaciones, garantizando un ambiente adecuado para la fauna acuática.
Los sólidos suspendidos totales aumentaron de 27,6 mg/L en verano a 51,6 mg/L en invierno, posiblemente debido a mayor escorrentía. El aluminio también mostró un incremento significativo en invierno. Los coliformes fecales aumentaron de 49 NMP/100 ml en verano a 130 NMP/100 ml en invierno, sugiriendo un control necesario sobre fuentes de contaminación. El nitrógeno total disminuyó de 0,69 mg/L en verano a 0,46 mg/L en invierno, lo que es positivo, y la relación TN/TP sugiere una menor predisposición a la eutrofización en invierno.
La penetración lumínica se mantuvo constante en 2 metros en ambas estaciones, aunque el aumento de sólidos suspendidos en invierno podría afectar la fotosíntesis. En términos del estado trófico, el cuerpo de agua pasó de eutrófico en verano a mesotrófico en invierno.
Con respecto a flora, en las prospecciones de terreno se identificaron 45 especies, de las cuales el 68% es de origen autóctono y se distribuyen en el humedal de tipo palustre emergente, ribereño y palustre boscoso. La familia más representada es Myrtaceae, con seis (6) especies, seguida de Asteraceae con cinco (5) especies.
En el humedal palustre emergente domina Schoenoplectus californicus (totora), y a medida que se avanza al ambiente más mésico (moderadamente húmedo), domina Myrceugenia exsucca (pitra) y Luma chequen (chequen), junto a diversas especies palustres sin dominancia clara. La forma de vida dominante son las hierbas, con la mayoría de las especies nativas.
Con relación a la fauna, en las prospecciones en terreno se registró un total de 59 especies, compuestas por 53 aves, 4 anfibio, 1 mamífero y 1 reptil. La riqueza encontrada se agrupa en 29 familias de aves, una (1) de mamíferos, tres (3) de anfibios y una (1) familia de reptiles. Las familias de aves más representadas fueron: Scolopacidae con seis (6) especies, Laridae con cinco (5) especies e Icteridae con cuatro (4) especies. Los mamíferos son representados por la familia Canidae, mientras que los anfibios por Leptodactylidae, Ceratophryidae y Batrachylidae, y los reptiles por Liolaemidae.
Algunas especies de fauna presentes en el humedal son: el anfibio Hylorina sylvatica (rana esmeralda), las aves Cistothorus platensis (chercán de las vegas), Agelasticus thilius (trile), Tringa flavipes (pitotoy chico) y Sterna hirundinacea (gaviotín sudamericano). Destaca la presencia de especies con categoría Casi amenazada, como Speculanas specularis (pato anteojillo), Haematopus palliatus (pilpilén común), Thalasseus elegans (gaviotín elegante), Pleurodema thaul (sapito de cuatro ojos) y Batrachyla taeniata (rana de Antifaz).
La Caleta de Pescadores de Mehuín es un sitio de valor patrimonial en cuanto es sitio de actividades tradicionales, lugar de encuentro y manifestaciones culturales. En cuanto a la tradición mapuche, se incluye una amplia variedad de prácticas como la recolección de lawen (hierbas medicinales) así como otros elementos de significación cultural vinculados a la tierra y por sobre todo al agua.
Debido a la largura del río es posible identificar distintas actorías. Por un lado nos encontramos con comunidades mapuche lafkenche, quienes mantienen una relación entre el mar, el río y la tierra; por otro, encontramos a población rural que desarrolla actividades turismo de baja escala y también productivas.
No hay registros de sitios arqueológicos en el sector.
A lo largo del río es posible identificar diversas actividades productivas. Por su condición de ruralidad, destacan las actividades agrícolas y ganaderas de pequeña escala entre las familias del sector, y por su cercanía a la desembocadura, la presencia de actividades vinculadas a la pesca es muy importante económica y cultural. En esta línea, la zona Lingue-Mehuín destaca por la pesca artesanal, con un plan de manejo y una Federación de Pescadores Artesanales con gran influencia local, destacando que la zona es de las más importantes en lo que dice relación a la pesca artesanal de la región. A nivel del turismo, la zona se caracteriza por un turismo orientado a la gastronomía costera, particularmente ubicada en Mehuín, y que se encadena con la producción de la pesca artesanal y la pequeña acuicultura local. Además, existe una oferta de hospedaje, cabañas y camping.